¿Qué ocurrirá con la comercialización de vehículos con motor de explosión en 2035?

Alemania e Italia vetan la normativa de la UE para paralizar la comercialización de vehículos con motor de explosión en 2035

  • Los vehículos con motor de explosión debían desaparecer en el año 2035.
  • La normativa de la UE es inviable puesto que no hay tiempo suficiente ni para tener el litio para fabricar baterías, ni para que los fabricantes produzcan millones de coches para que el mundo tenga su vehículo cambiado para entonces.

La normativa de la UE sobre paralizar la comercialización de vehículos con motor de explosión en el año 2035, que está a la vuelta de la esquina, es inviable. No solo porque no da tiempo a conseguir el litio suficiente para fabricar baterías. Tampoco hay margen para que los fabricantes produzcan tantos coches como conductores hay en Europa. Ni los consumidores podemos asumir este cambio. ¡Es una norma que no tiene sentido!

Pero hay algo más de fondo, y es que haya otras alternativas al coche eléctrico que permitan la descarbonización de la que soy un firme partidario de que se produzca de manera racional. De una forma posible y que además sea conveniente y cómoda para los usuarios. Para todos los ciudadanos de la Unión Europea que contribuimos con nuestros impuestos y no podemos asumir gastos sin sentido.

No es viable que desaparezcan los vehículos con motor de explosión tan pronto

No tenemos posibilidad de ir a trabajar en bicicleta ni contamos con alternativas cercanas. Cuando llegó el momento de aprobar la normativa de la UE, Italia y Alemania vetaron la norma. ¿Por qué la han vetado? Pues porque hay otras alternativas.

Existen alternativas para que un vehículo con motor de explosión reduzca las emisiones

Como he comentado en otras ocasiones, soy un firme partidario de los combustibles sintéticos o eFueles y de los combustibles basados en biomasa avanzada. Esto es lo que hace que un vehículo con motor de explosión tenga un consumo todavía más reducido y que sean capaces de usar estos biocombustibles o combustibles sintéticos que apenas producen CO2 nuevo.

En el caso del eFuel, como ya he explicado en alguna ocasión, recoge el hidrógeno, el CO2 de la atmósfera y lo convierte en metanol. Se hace el proceso contrario al de conseguir hidrógeno a través de metano y se le echan una serie de aditivos. Esto hace que el coche funcione como hasta ahora, más o menos. Es cierto que emite CO2, pero también es verdad que este componente ya se encontraba en la atmósfera. Es decir, no incrementa el CO2 en la atmósfera.

Esto conseguirá que se reduzca sensiblemente y puede funcionar en camiones, coches, etc. No sustituye al hidrógeno en ninguna de sus variantes. De hecho, es una de ellas porque tiene hidrógeno dentro. Tampoco sustituye al coche eléctrico, que seguirá creciendo y mejorando en prestaciones y precio.

La transición para reducir las emisiones es posible

Otro día comentaremos las nuevas noticias de Elon Musk. No estoy de acuerdo en todo con él, pero me parece, sin duda, un visionario que se juega su dinero en hacer que el coche eléctrico funcione, lo que me resulta admirable.

Todo esto hace que finalmente se pueda dar una transición basada en otras pautas que sea, digamos, que más racional. Ha conseguido que la normativa de la UE sea paralizada por estos dos países, principales productores de coches, que han puesto algo de sentido común.

Con lo cual, vamos a seguir teniendo vehículos con motor de explosión. Termino añadiendo una reflexión. Es muy probable que se investigue la manera de que un coche diésel, en vez de consumir 4,5 litros, consuma 2,5 litros cada 100 kilómetros a un ritmo que nos permita viajar por carretera. Debemos pensar por qué se pone freno a esta nueva tecnología y por qué sería interesante conocerlo.

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David Henche

Profesor de estrategia y marketing con más de 25 años de experiencia como directivo en compañías multinacionales vinculadas a servicios, nuevos modelos de movilidad, coche eléctrico y car as a service.

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